No se puede empezar el día con abrazos hasta las rodillas o con las risas de los niños y tener un mal día. Simplemente no se puede.
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No se puede empezar el día con abrazos hasta las rodillas o con las risas de los niños y tener un mal día. Simplemente no se puede.
Siempre se puede dar consuelo a alguien cada día, y eso es lo más importante.